Que nos lo devuelvan!!! Es lo que piden muchas mujeres desde asociaciones como "El parto es nuestro"; hemos llegado a convertir el día más importante de nuestra vida en una especie de operación de apendicitis y lo peor de todo es que muchas de nosotras ni siquiera somos conscientes de ello. Gran cantidad de mujeres no tienen la información suficiente como para saber que no están viviendo su parto de la manera más adecuada o que no les han contado toda la verdad acerca del mismo. Cesáreas y episiotomías innecesarias, partos provocados sin tener por qué, que te quiten a tu hijo durante horas y que no sepas qué está pasando...es el día a día en hospitales públicos y privados, y al menos, deberíamos saber que hay alternativas.
Hay muchas cosas buenas en mi parto y otras no tan buenas y aunque ya conté la historia, quisiera detenerme en algunas cosillas con respecto a esto:
1º) Nadie me contó nada acerca de la anestesia epidural: ni en la visita al anestesista que te conciertan unos días antes de la fecha probable de parto, en la que se supone que preparan tus datos para una posible anestesia por complicaciones, ni durante la dilatación, ni en el momento en que estuvieron a punto de anestesiarme...por parte de los sanitarios no tuve información acerca de posibles riesgos, de qué iba a sentir, en qué manera iba a modificar mi parto, etc.
2º) Insistieron mucho en que era muy bueno caminar, estar sentada, no quedarme tumbada, pero en ningún momento me propusieron alternativas, ni me ayudaron a intentar aliviar los dolores de forma natural. En mi caso, tuve la suerte de tener una matrona durante el embarazo(gracias Consol Gil) muy sensibilizada ante estos temas que me habló de multitud de opciones, pero siempre nos avisó de que no podíamos hacernos a la idea de que nos dejaran parir en la postura que hubiéramos elegido, ya que dependería de la matrona que hubiera en el parto. Por supuesto no me preguntaron cómo quería parir...en ningún momento durante el embarazo nadie me propuso escribir un plan de parto.
3º) La horrible experiencia de la monitorización...durante aproximadamente cinco horas, tuve un micrófono pegado mediante una ventosa a la cabeza de Alma; realmente no era molesto tenerlo, pero sí lo era estar escuchando el corazón de mi hija, oir como aceleraba o se ralentizaba o directamente dejar de oirlo, sin que nadie me explicara POR QUÉ la monitorizaban...si era algo que hacían siempre, si había alguna razón para hacerlo...fue una de las cosas que más ansiedad me causó durante el parto. Llegó un momento en que ya no tenía capacidad de raciocinio y me volvía loca si dejaba de oir el corazón o me parecía que iba demasiado deprisa o despacio, aunque evidentemente era a causa de mis cambios de postura o de que ya estaba bajando por el cuello.
3º)Parecían no entender que no todas las contracciones duran lo mismo y no duran lo mismo tampoco en todas las mujeres...; cuando intentaron ponerme la epidural, tenía que avisar cuando tuviera una contracción para dejar de manipularme la médula (argh), yo avisaba y no eran capaces de esperar a que se me pasara del todo...cuando calculaban que ya estaba volvían a su faena y no se daban cuenta de que yo seguía completamente tensa. Tampoco parecía importarles... Lo mismo cuando me pedían que me moviera de un sitio para ir a otro o ponerme pijama nuevo porque el antiguo estaba empapado o llenarme la silla de pañales absorventes...querían que me moviera cuando ellas me lo pedían sin darse cuenta de que en ese preciso instante NO PODIA moverme del dolor.
4º)Me anunciaron que me iban a hacer episiotomía y me rasuraron para hacérmela cuando al final fue evidente que hacía falta; Alma nació sin episiotomía (salió antes de que les diera tiempo a cortar), y aunque yo me desgarré un poco, mi propio cuerpo supo cuánto era necesario romper.
5º)Durante los dos o tres días en el hospital, se medieron gran cantidad de mensajes contradictorios acerca de la lactancia, la cura de mis heridas, etc. No se si alguien tenía razón y alguien estaba equivocado o si simplemente me dieron diferentes recetas de cómo hacer las cosas; sencillamente finalmente no hice caso a ninguna de las opciones y opté por mi propia opción que al final ha dado buenos resultados.
6º)Entre toda la vorágine de medicalización, instrumentalización, citas con matrona, con ecógrafos, con antestesistas, etc. se les olvida la formación que probablemente es la más importante. Me explico...el parto sale solo, la crianza sale sola (entendedme, no sin esfuerzo, pero sale), pero hay un montón de cosas que NADIE TE HA CONTADO, y debería ser parte de la educación de una madre a sus hijas...y es que vivimos en una sociedad tan llena de tabús que hemos llegado a evitar enseñar las lecciones más importantes: y con esto me refiero a cosas como el pánico a hacer caca después de parir si tienes puntos, el dolor constante e intenso durante SEMANAS, el sangrado de alrededor de CUARENTA DÍAS que no sabes si es normal o no si no tienes cerca a tu madre...etc.
Yo opto por preparar a mi hija para el mejor momento de su vida desde YA.
viernes, 3 de julio de 2009
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