Todavia por aquí.

Y lo peor de todo es que cada día tengo menos males. Sí, al caminar, al moverme, si hago esfuerzos, pero si estoy relajada ni un dolor ni medio (creo). No sé por qué creo que aún voy a estar por aquí unos cuantos días -aunque ya hablamos de días.
La verdad, me aburro bastante...Santi está la mayor parte del día en la otra casa, intentando terminarlo todo a tiempo y yo, pues allí a estas alturas ya no pinto nada; Lo único que hago es respirar polvo y olor a pintura, así que aquí me quedo. Ya ni leer foros de embarazo me entretiene,y es que he leído y releido millones de veces tooodo lo que necesito saber e incluso cosas que no tenía por qué haber sabido :S
Tengo una especie de depresión pre-parto combinada con momentos de euforia que me tienen agotada y encima estoy pillando unas anginas de esas de mucho dolor, me da la impresión de que si hay algo peor que un parto es un parto con la nariz tapada y la garganta inflamada...
Y aunque pueda parecer que estoy triste y cabreada...no exactamente, jejej. Sólo a ratitos. Pero supongo que tienen algo de culpa las hormonas y que en realidad debajo de este maremagnum emocional está lo que siento de verdad, que a veces se vislumbra.
¿Os habéis fijado lo horrible que es la programación televisiva? Yo siempre lo había dicho, lo sospechaba, es una de esas cosas que sabes, que dices, "la tele es una mierda", pero sinceramente nunca lo había experimentado realmente: ahora que no tengo más remedio que ver bastantes horas de tele -la silla del ordenador está bien un ratito- puedo confirmar que la afirmación se queda corta. Y que largas se hacen las horas...
Y bueno, cambiando otra vez de tema (estáis ante un ejemplo de mente dispersa) ¡Qué chula está quedando la casa! Ya está puesta la cocina, la mayor parte del baño, las habitaciones pintadas y hoy nos acaban de poner los techos de escayola que faltaban (se acepta mano de obra a cambio de almuerzo) ya está puesto y montado el armario de Alma, tengo unas ganas de llenarlo. Y este sábado, si no pasa nada, empezamos a trasladar trastos, que es lo que más miedo me da. No sé, esta debe de ser la décima vez que hago una mudanza en mi vida y empiezo a cansarme. Espero que esta vez sea para largo... Y siempre el mismo pensamiento, que fácil es la vida de la gente que no lee ni consume música en soporte físico; no tener que encajar cientos de libros y cd´s, que encima son las cajas que al final más pesan. Y después ponerlo todo en su sitio otra vez. De hecho, ponerlo todo bien organizado, incluso por orden alfabético. Un orden que durará días. Al poco, ya estará todo otra vez así, como cae, sin importar temática ni estilo. Y qué poquito queda ya para todo eso. Santi está deseando terminar la casa tanto como yo estoy deseando volver a pesar una cantidad de quilos razonable, así que para los dos el martirio está a punto de terminar.
Y bueno, de momento creo que ha llegado la hora de volver a tumbarse en el sofá a mirar hacia la tele intentando que no me absorban el cerebro. Igual estos momentos provocan el nacimiento de las madres marujas devora culebrones...tengo miedo!!!

Falsa alarma!!!!

Pues sí! Ayer tuve mi primera falsa alarma! Después de una tarde entera de dolor, sin poder casi ni caminar, decidí pensar que igual....pero solo igual, Alma ya venía. Evidentemente sigo aquí, así que no vino, pero fue lo más cerca que he estado de tenerla aquí conmigo y la sensación fue brutal.
Lo más curioso de todo es que lo único que no tuve, fue miedo. Excitación, felicidad, nervios, ganas de saltar y correr (si mis muchos quilos me lo permitieran), todo eso sí, pero nada de miedo. El milagro antidolor fue finalmente una ducha calentita y bueno, ahora que ya se más o menos lo que voy a notar, estoy mucho más alerta.
Hace unas semanas estaba histérica pensando en que la casa no estaría acabada para cuando naciera y ahora mismo la casa es lo último que me preocupa...que no nos vamos este mes, pues nos vamos el siguiente.
Hoy sigo estando rara, algo de malestar general, algo de dolorcillo que promete transformarse en el DOLOR de ayer, y sobre todo muchos nervios. Lo único que me preocupa es que si todavía tarda en llegar el momento, la espera va a ser larguísima y desesperante.
Seguiremos informando...

Nueva vida.

Ya ni me acuerdo de cómo eran las cosas antes. Qué fácil es adaptarse a una nueva forma de vida cuando ha sido escogida... Si hace poco tiempo me hubieran dicho que podía ser capaz de estar NUEVE LARGUÍSIMOS MESES sin ir de fiesta, sin trasnochar, sin un solo día de resaca!!! No me lo hubiera creído. Y ahora...ni siquiera los echo de menos. Planeo estas navidades y me imagino paseando por las tardes, el frio y las luces; y es que cada luz, cada papa noel, las cabalgatas de reyes, los caramelos, todo eso adquiere un nuevo significado, porque Alma estará ahí y para ella será todo nuevo, diferente, atractivo y excitante. Y no puedo esperar a que llegue el momento.
No quiero a más gente que me diga "huuuuy, pues ahora viene lo peor" o "se te acabó la vida", yo siento que es al contrario, que ahora empieza, porque yo he decidido que así fuera. Simplemente cambian las prioridades, pero esas prioridades ya han cambiado durante estos meses. Quiero pasear por las mañanas, quiero salir por las tardes y dormir por las noches. Quiero no querer ir de fiesta por no tener ganas de separarme de mi niña y quiero quererla a ella por encima de lo que a mí me gustaría hacer.
Me gusta no poder hacer planes a corto plazo, sé que cualquier día tendré que salir corriendo hacia el hospital con la inmensa emoción de saber que cuando vuelva a casa ella estará con nosotros y todo será diferente. ¿Quién puede tener miedo al parto con esas expectativas?
¿Cuántas entradas me quedarán para escribir con Alma en los brazos?